Los gatillos mentales facilitan la toma de decisiones más importantes automáticamente. En pocas palabras, sirven para hacernos responder. No hay manera de huir de ellos. Es completamente normal que los humanos reaccionemos de cierta manera, cuando estamos expuestos a un factor externo. Incluso, los gatillos se activan a través de nuestros cinco sentidos.

El marketing en sí hace uso de ese recurso casi todo el tiempo. Por ejemplo, a través de nuestro sentido del oído y la vista. A veces, los gatillos mentales pasan desapercibidos a los ojos de quienes no están entrenados porque estos están estimulando sin que siquiera lo notes.

Seguramente todos vimos algún comercial que nos transportó al pasado, es como un viaje en el tiempo que nos lleva a una buena experiencia que vivimos en relación con ese anuncio, así que cuando esto sucede, podemos decir que el gatillo mental se activó y que la estrategia estuvo muy bien estructurada.

Pero se debe prestar mucha atención porque el gatillo debe ser ético, además de eso, debe proporcionar una experiencia positiva, con buenas sensaciones, alegría y motivación, por lo que debe evitar causar el efecto contrario.